living4travel.com

Salimos bien prontito de la Habana para ir hacia Viñales. Un pueblecito encantador lleno de casitas de colores, repleto de miradores preciosos, cuevas e ideal para hacer excursiones a caballo.

En Viñales pasamos dos noches, en casa de Teresa «El rico Cubanito» , la suegra de Bruno, el chófer que habían tenido mis amigos hacía 2 años y que nos habían recomendado. Nos trató como si fuésemos uno más de su familia. Desde Teresa hasta su nieta, todos encantadores, es súper recomendable. Si queréis información de contacto no dudéis en escribirme.

¿Qué no te puedes perder de Viñales?

1er día. ¡Repletito de aventuras!

1. Mirador de los Jazmines
2. Mural de la prehistoria
3. Cueva del Indio
4. Palenque de los Cimarrones
5. Hotel la Ermita

Después del recorrido, nos llevaron a comer a un paladar en medio del campo, ¡con unas vistas espectaculares… y la comida brutal! Estaba buenísima y, además, como siempre, muchísima cantidad… sólo pedimos para 3 personas, y éramos 4, aún así sobraba comida… ya veréis que con la cantidad son muy generosos.

Una vez repusimos fuerzas y nos tomamos un café, nos pusimos rumbo a la siguiente excursión. Pues habíamos contratado excursión a caballo, que incluía:

1. Visita a las plantaciones de tabaco, con su respectiva cata de puros artesanos y de café criollo, en la finca el Palmarito, y recorrido por la finca, explicándonos el proceso de elaboración del puro artesano,
2. Continuamos a caballo por el sendero hasta llegar a un lago rodeado de naturaleza, nosotros no encontramos mucha gente, se estaba super bien y había un bar para tomar algo,

Después de un buen baño en el lago, volvimos a los caballos y de vuelta para la casa. Los caballos que nos tocaron en la excursión estaban súper bien enseñados la verdad, Ligero, Dorado, Pistola y Pancho, tuvimos una tarde de lo más divertida, llegando a galopar incluso (unos más que otros) jijiji

Cabe decir que son bastantes horas a caballo, más de 3, así que recomendaría llevar lo siguiente:

• Una sola mochilita para llevar estas cosas, pues sino el caballo va muy cargado,
• Agua, súper importante,
• Una cámara, móvil y/o (si puede ser) GoPro para hacer vídeos,
• Una gorra o gorro para el calor,
• Gafas de sol,
• Y, sobre todo, ropa cómoda y pantalón como mínimo hasta las rodillas, (pantalón corto termina por hacer rozaduras en las piernas por el calor),
• Bikini/bañador,
• Bambas,

Esa noche fuimos a ver el centro del pueblo y a cenar, la verdad es que yo me puse mal de la barriga y no cené. Me volví a casa y Teresa me hizo una manzanilla y se me acabó pasando. Tarde o temprano acaba pasando, el cambio de aguas provoca estos efectos. Para ello es bueno llevar consigo este tipo de cosas:

• Fortasec o supositorios,
• Infusiones de manzanilla,
• Omeprazol, o algún protector de estómago, (esto sería para evitarlo)
• Papel de WC (siempre llevábamos encima, pues en la mayoría de sitios no tenían)

Al final no estamos acostumbrados a comer tanta comida, está todo tan bueno, que acabas comiendo más de lo normal. Al día siguiente ya estaba recuperada, y ¡vuelta a la carga!

2º día. Cayo Jutías

Nos levantamos temprano para ir a Cayo Jutías, tomamos un buen desayuno en casa de Teresa, como sus tortitas no he probado otras iguales ;P, y nos fuimos al cayo con Oandi (un crack el tipo).

A medio camino, antes de llegar al cayo nos comentó si queríamos parar a comprar la comida en una casa, pues en el cayo había bares y restaurantes, pero el precio desorbitado.

Así que fuimos con él a una casa donde pudimos comprar arroz con carne, había pollo y ternera. Nos lo puso todo en tuppers individuales y nos dio también los cubiertos y servilletas. Nos salió baratísimo, algo así como 2,50€ por persona. De lo más barato que habíamos encontrado hasta el momento.  Nosotros pagamos la comida de Oandi también.

¡¡¡Cayo Jutías es precioso!!! ¡Agua azul cristalina… increíble!

Lo único «malo» que el agua estaba bastante caliente, te podías tirar todo el día en remojo, pues ni refrescaba ni nada. Así que hicimos fotos por un tubo, cogimos unas tumbonas, y pasamos un día agradable y relajado.

En uno de los bares compramos una botella de ron cubano y cola, Tucola (es la marca cubana para la bebida de cola), muy gracioso cuando le tienes que pedir al camarero quiero “Tucola” jajajajajajajajaja salía más a cuenta comprar la botella y la cola que pedir los cubatas.

Los cubanos no toman el ron con cola, ellos se lo beben a strike, es decir, sin hielo y sin refresco, solo. Yo, a plena luz del sol, ¡y en pleno agosto… como que un ron solo… va a ser que no! Pero ellos están acostumbrados.

Sobre las 17h nos volvimos para la casa, pues había un par de horas de camino. Lo justo para llegar, ducharse e irse a cenar. Pero esta vez en lugar de cenar fuera, Oandi también nos dijo de ir a un local cubano, donde nos iba a costar 2€ por persona la cena. Y así fue, compramos entre todos la comida, nos salió super barato y cenamos de lujo.

En el centro del pueblo hay dos discotecas grandecitas, donde ponen música toda la noche y buen ambiente, nos sorprendió que, en vez de escuchar muchísima salsa, escuchan muchísimo reggeaton jejeje Pero esto en toda Cuba, no solo en Viñales.

El coste del traslado de Habana a Viñales, las excursiones, junto con la comida del primer día en el paladar, la excursión a caballos y el alojamiento de las dos noches, fueron 155cuc/137€ por persona (precio negociado a razón de 4).

No os perdáis en el próximo post, ¡Bahía Cochinos!